Esta semana ha sido, concretamente de observación. Del si mismo, o sea como me comporto en los ambitos publicos y en los privados.
La verdad es que me ha seguido una idea, la de decir menos y recepcionar más.
Per ome queda una inquietud de no dejarme fluir en el estado de emociones que me provocan las practicas de dialogo.
Y es que hoy salió publicado en el diario un estudio de la adicción de los ciberespacios, y como nos influye el encerrarnos en las casa y expresarnos ampliamente a traves de los computadores. La verdad es que me vi reflejada, porque justamente Osho me a estado persiguiendo ultimamente, en el sentido de que descubrí que he vivido preocupandome de un centro falso, el cuidado y estar espectativamente hacia los otros.
Y en esto me guardaba o mas bien me guardo aun mis propios sentimientos.
Dejando para la despues en el blog o via mensaje de texto las ideas que no habia formulado en vivo y en directo.
Pero se me olvidaba que son diomensiones muy distintas, que el estar solo y seguir una conversación por medio de lo virtual, me mantenia en una burbuja. En cambio al estar en vivo y en directo, se conjugan diversos modos de expresion. Y estar en un ritmo intenso de hacer conciente y de hilar palabras, emociones, alegrias...
Creo que esta semana voy a trabajar el estar, el hacer.
Practica,practica, practica...
porque en la medida que hago puedo ir resolviendo y construyendo el modo de expresion de los espacios relacionales amorosos.
Decir, decir, decir, es mi nuevo lema.
Es como un ejercicio que me llenó de energía, bailar con los ojos cerrados, entregarme al placer que siento de bailar y que no he fluido lo suficiente.
Es como el hacer de diseñadora, en la medida que construyo puedo tener experiencia y desarrollar nuevos portales.
Gracias a todos los que me han estado acompañando en estos dias, meses. que se me han transformado en alegría, placer, aprendizaje y concreción.